Un Café con Nuestros Fundadores
Valentina Jordan y Rafael Santiago, cofundadores de Nauta, se sientan para una conversación sincera sobre su camino, los desafíos que han enfrentado y la visión que impulsa su empresa hacia el futuro.
Valentina Jordan: Rafa, siempre me he preguntado—¿qué fue lo que más te motivó a lanzarte a crear Nauta conmigo? Sabemos que la logística no es precisamente la industria más “sexy”, pero aquí estamos, transformándola.
Rafael Santiago: Es verdad, Vale. ¡Y justamente por eso! Después de 14 años en logística, me frustraba ver tantos procesos manuales y tanto tiempo y recursos desperdiciados. Cuando nos conocimos, con tu experiencia en tecnología y la mía en logística, supe que podíamos construir algo grande. ¿Y tú? ¿Qué te hizo dar el salto?
Valentina: Después de seis años en Rappi, desarrollando productos tecnológicos en nueve países, me di cuenta de que la logística era la última frontera sin digitalizar por completo. Cuando me mudé a Puerto Rico y vi que el 80% de los productos eran importados, pero los procesos seguían siendo obsoletos, supe que era la oportunidad perfecta para simplificar algo que impacta a tantas industrias.
Rafael: Exacto. Así nació Nauta—una solución que automatiza y digitaliza el proceso de importación, desde el manejo de documentos hasta las integraciones de sistemas. Lo que más me fascina es cómo hemos logrado reducir en un 75% los flujos de trabajo manuales de nuestros clientes. ¿Cuál crees que ha sido el mayor desafío hasta ahora?
Valentina: El mayor reto ha sido definir quién es nuestro cliente ideal. Todo el mundo importa productos, pero no podemos ser todo para todos. Otro gran desafío ha sido educar a una industria tradicional sobre los beneficios de adoptar tecnología.
Rafael: Sí, la resistencia al cambio es real, especialmente en empresas familiares que han operado igual por generaciones. Pero también he visto una apertura, sobre todo en las nuevas generaciones que buscan eficiencia y crecimiento. La pandemia sin duda aceleró la necesidad de modernización.
Valentina: Totalmente. Y Nauta no solo reduce costos; ayuda a las empresas a crecer mejorando la disponibilidad de productos y optimizando sus cadenas de suministro. Con IA, podemos predecir riesgos y prevenir retrasos antes de que ocurran. Eso lo cambia todo.
Rafael: Hablando de IA, muchos piensan que venimos a reemplazar trabajos humanos, pero es todo lo contrario. Queremos liberar a las personas de tareas repetitivas para que puedan enfocarse en decisiones estratégicas. Nauta se convierte en su “importador digital”, encargándose del día a día mientras ellos se concentran en lo que realmente importa: niveles de llenado, eficiencia…
Valentina: Eso es clave. Y nuestra visión a futuro es aún más ambiciosa. Queremos construir la infraestructura digital que conecte a todos los actores del ecosistema logístico—navieras, aduanas, transportistas, instituciones financieras. Que todos hablen el mismo idioma y compartan información en tiempo real.
Rafael: Exacto. Empezamos en Puerto Rico, pero ya operamos en Colombia, México, Centroamérica y estamos enfocados en conquistar Estados Unidos. La logística es global, y Nauta también lo es.
Valentina: Lo que más me emociona es que estamos demostrando que la logística puede ser innovadora y emocionante. Estamos ayudando a las empresas a ser más competitivas, eficientes y sostenibles. ¿Algún consejo para quienes quieren emprender en un sector tradicional?
Rafael: No subestimen el poder de la tecnología en industrias que parecen inamovibles. La innovación está en encontrar oportunidades ocultas en procesos cotidianos. Y sobre todo, rodéate de un equipo que complemente tus habilidades—como tú y yo.
Valentina: Exactamente. La clave está en combinar distintas perspectivas para crear algo que realmente haga la diferencia. Y eso es lo que estamos haciendo con Nauta.
Con Nauta, Valentina y Rafael están liderando una revolución silenciosa pero poderosa en la logística global, demostrando que la tecnología puede simplificar incluso las industrias más complejas.